miércoles, 21 de abril de 2010

Para la libertad

Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.

Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.

Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada,
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.

Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.


El poema trata de que tiene muchas heridas y todavía está vivo.

¿Qué quiere decir?

Quiere decir que da todo para la libertad.

¿A quién se lo escribe?

A la gente que está en la cárcel en la guerra...

¿Qué sentimientos tiene?

Tiene sentimientos de triste y un poco de enfado, porque no tiene su libertad.

¿Por qué escribe eso?

Porque no tiene su libertad

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